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​En su discurso de apertura, y ante un grupo de responsables africanos y extranjeros, ministros de finanzas, gobernadores de bancos centrales, altos responsables de los órganos reguladores africanos de los sectores financieros y actores del sector privado, la Sra. Ministra abogó por la transformación de las instituciones financieras africanas para que sirvan mejor a las aspiraciones de las poblaciones.

La Sra. Ministra subrayó la necesidad de adoptar un enfoque que combinara flexibilidad y solidez: «flexibilidad, para dejar circular los flujos económicos, financieros y humanos que dinamizan las economías, y solidez, para construir bases robustas y resistentes frente a los desafíos económicos y geopolíticos».

Para la Sra. Ministra, «Fluidez» constituye una condición esencial para la transformación económica y financiera de África, a través de la mejora de la circulación de capitales, su orientación hacia usos estratégicos y el fortalecimiento de su accesibilidad.

«La solidez es el fundamento sobre el que se asienta toda economía resistente gracias a una regulación rigurosa, un control de los equilibrios macroeconómicos y una gobernanza ejemplar», subrayó la ministra.

La Sra. ministra también destacó la importancia de liberar energías para desbloquear el potencial de África, movilizando financiaciones innovadoras para responder a los desafíos cruciales de la transición ecológica y la inclusión social.

«La liberación de las energías de África se basa en un esfuerzo colectivo», señaló. Los gobiernos, las instituciones financieras y el sector privado deben colaborar para maximizar el impacto de los recursos disponibles. No se trata solo de recaudar fondos, sino de construir un ecosistema que catalice la innovación, fortalezca las capacidades humanas y garantice un crecimiento sostenible.»