La Administración de Aduanas e Impuestos Indirectos

Administración de Aduanas e Impuestos Indirectos

Tradicionalmente encargada de la percepción de los derechos e impuestos aduaneros, de la recaudación de las imposiciones fiscales y parafiscales, de la lucha contra los tráficos ilícitos y del control de las mercancías y de las personas en las fronteras, la Aduana se ha visto confiada nuevas misiones con fuertes desafíos económicos y en materia de seguridad.

La Aduana: una administración fiscal

Los ingresos aduaneros constituyen una aportación esencial para  el presupuesto del Estado. En efecto, la Aduana colecta una parte significativa de los impuestos fiscales del Estado (cerca de 40% anualmente).

La Aduana: una administración con vocación económica

La Administración de Aduanas desempeña un papel importante en el desarrollo de los intercambios comerciales así como en el acompañamiento de las empresas y el reforzamiento de su competitividad a través de las diversas medidas de facilitación que establece. Contribuye  a la instauración de un entorno atractivo, propicio a la inversión y al desarrollo de los negocios luchando contra todas las formas de fraude comercial y adaptando continuamente sus procedimientos a las necesidades de la empresa y de facilitación del comercio.

La Aduana: una contribución a la protección de los ciudadanos, del ambiente y del patrimonio nacional

La protección de los ciudadanos

La Aduana desempeña un papel esencial en la lucha llevada por los poderes públicos para la salvaguardia de la moralidad, de la seguridad, del orden público y de la salud de los ciudadanos.

Aporta su ayuda para la protección de los ciudadanos velando al respeto de las reglamentaciones, aplicables a la importación, en materia de control de las normas técnicas, de las medidas sanitarias, veterinarias y fitosanitarias y de protección de la propiedad intelectual.

Su intervención en este campo consiste también en luchar contra los tipos de fraude y frenar  los tráficos ilícitos de las mercancías susceptibles de amenazar la salud y la seguridad públicas (estupefacientes, artículos falsificados, armas y explosivos, productos peligrosos o no conformes a las normas sanitarias y técnicas requeridas, etc.).

La protección del medio ambiente

En el marco de la misión de protección que le ha sido encomendada, la Aduana contribuye a la preservación del medio ambiente. Los agentes aduaneros en las fronteras participan así en el control de la circulación de productos nocivos al medio ambiente (desechos tóxicos, sustancias que empobrecen la capa de ozono, productos contaminantes, etc.) y luchan contra el tráfico ilícito de especies animales y vegetales amenazadas de extinción.

La protección del patrimonio nacional

La Aduana contribuye a la protección y a la conservación del patrimonio nacional (patrimonio cultural, artístico, arqueológico…). Colabora con los departamentos públicos competentes para luchar contra la exportación ilegal de obras de arte, de objetos de colección y antigüedades o de bienes culturales nacionales.

La Aduana: una administración al servicio de la seguridad del país

En un contexto donde los riesgos de criminalidad transnacional aumentan, la Aduana está llamada, de por su posición y su ámbito de intervención, a reforzar su vigilancia, especialmente en las fronteras. Igualmente, está solicitada a garantizar la fluidez de los intercambios. El desafío consiste para ella en conciliar la protección de la cadena logística internacional y facilitación del comercio lícito.

Es a este respecto que la Aduana marroquí se ha visto confiada nuevas responsabilidades:

  • La lucha contra el blanqueo de dinero.
  • La lucha contra la falsificación.

Dos vectores importantes de la criminalidad transnacional.